El grupo se llamaba originariamente The Bunnymen. Como no tenían a nadie que tocara la batería, lo suplieron con una caja de ritmos, marca Echo. De ahí surgió el nuevo nombre. Fue en Liverpool, de eso hace ya unos 31 años; y ahí siguen. Este año lo han alegrado con el gozoso The Fountain (Ocean Rain, 2009).
McCulloch canta como nunca. Sergeant sigue haciendo restañar las guitarras como nadie. Suenan los primeros compases del álbum, y ya estás flotando. La segunda te mantiene levitando, y con las dos siguientes atraviesas la atmósfera. Y más adelante, tras pasar un poco antes por la épica de la sexta, te espera la cascabelera «Proxy» (nunca los Echo sonaron tan juguetones). Otras dos, más reposadas, y en un suspiro se te ha pasado el disco. Quieres más; hay que volver a pulsar el play. (Perdónese a Gog si ha derramado su entusiasmo sobre alguien y le ha puesto perdido de almibaramiento; es un fan.)
Now I'm just counting
The dreams that were lost
One coin in a fountain
Was all that it cost
Is that all it cost?
4 comentarios:
Diga usted que sí... No es "almibaramiento", es que las cosas son como son, y Echo & the Bunnymen es un grandísimo grupo. Yo, viejuno que soy, estuve en su primera actuación en Madrid, en Rock-Ola... y desde entonces están en un rincón un poco apartado del resto de músicos (junto a Velvet Underground y Television).
Haber visto un concierto de los Echo en el Rockola... eso es a lo q yo llamaría tener pedigrí.
Yo los por primera vez mucho después. Si vienen de gira y te parece bien, vamos juntos.
Porq yo no es q los tenga un poco apartados del resto de grupos, sino un peldaño por encima. Es de esas bandas q llevo tatuadas en alguna parte de mi ser (¡leches, qué cursilería acabo de escribir!).
¡Claro que iremos juntos!
Puede ser histórico: ¡Gog y Evaristo Aguirre se dejan ver en público!
Hay rumores q apuntan a q Evaristo Aguirre y Gog coincidirán en el concierto de los Monos Árticos.
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