sábado, 5 de junio de 2010

Hubo un tiempo en que bastaba con una portada #2: hoy lo cuenta Miguel Sáez

Hace ya años que adquirí esta rareza sesentera a través de la reedición de Radioactive Records. Lo compré a ciegas porque, como bien dice Gog, bastaba con esa portada.

Poco se sabe o, al menos, poco sé yo de Steve Morgen más allá de que sólo grabó este LP en 1969. Ni siquiera Vernon Joynson le dedica más de cuatro líneas en esa enciclopedia del garage y la psicodelia norteamericana de los sesenta que es el Fuzz, acid and flowers. Como se puede leer allí, el disco, a pesar de no ser nada del otro mundo, contiene “some superb psychedelic guitar work and powerful drumming” que en ocasiones, y esto ya lo digo yo, puede resultar cansino, pero que en ciertos temas alcanza cotas absolutamente memorables. Siempre he pensado que su primer corte, «Welcome to the void», es el antepasado más cercano del potente «21st Century Schizoid Man» de los arduos King Crimson, pero la gema del album está en «Purple». Desde que escuché este disco estoy esperando a que el productor carroñero de turno o unos Propellerheads al uso escuchen ese ritmo de batería para transformarlo en temazo de pista de baile. Joya absoluta que me ha encandilado desde la primera escucha.

Por si entra curiosidad, YouTube asiste:
http://www.youtube.com/watch?v=yJIoEzVJxQE
http://www.youtube.com/watch?v=ayCPQaoGT2M&feature=related

De la portada, qué decir. Que sí, que el mérito no es del señor Morgen sino del pintor noruego pero, teniendo en cuenta la cantidad de ácido que podemos suponer que recorría el cuerpo de Don Steve por aquellos días de 1969, no le podremos poner pega. Creo que cualquier enamorado del vinilo acogería semejante carpeta en su discoteca. O si, como es mi caso, encima el disco te gusta, no podrá evitar adquirir la versión en picture disc, preciosidad visual donde las haya.

¿Qué opinaría el señor Munch?


(Autor del texto y evío de ilustraciones: Miguel sáez)

1 comentario:

Gog dijo...

A Munch le hubiera molado todo el picture disc.