Entrañable, Traci Lords. Este nombre artístico lo tomó del personaje de Katherine Hepburn en Historias de Filadelfia, lo cual revelaba una fina e inteligente ironía, pues lo primero a lo que se dedicó bajo ese seudónimo fue hacer pelis porno. El escándalo saltó pronto: no era mayor de edad.
Después supo reciclarse en el mundo del cine en thrillers y el género de terror de serie B; e incluso llegó a conseguir papeles secundarios en algunas grandes producciones.
Mientras, se ocupó también de enseñar a mover la pelvis en clases de aerobic; y de la música, que el guitarreo parece que le ha gustado mucho siempre. En 1995 llegó a grabar un álbum de tecno-pop discotequero, titulado 1000 Fires, con algún tema que aún hoy puede escucharse sin demasiado sonrojo.
Algunos cachondos mentales como Iggy Pop y los Ramones la llamaron para que les hiciera coros en alguna canción:
The Ramones: «Somebody to Love»
Y desde las alcantarillas madrileñas, P.A.J.E.R.O. le rindieron tributo con su «Quiero ser tu Traci Lords»:
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